lunes, 31 de agosto de 2009


Si de algo podemos estar seguros es que al amor nunca se lo puede matar, sin importar cuan mala fue nuestra experiencia, o la relación, y mas aun si se trata de la otra persona (la otra parte de la pareja); siempre uno va a tener algo de cariño por la persona que amó, por mas que, por supuesto, este no se lo merezca ya que nos ha dejado en el medio de la nada sin, por lo menos, contar con nosotros mismos ya que, la persona en cuestión no pudo solo irse, sino que tiene que destruir a todo y a todos. Esto ella lo sabía, era muy consiente de la realidad, pero por otro lado el debía pagar por lo que le había hecho, no se puede decir que ella era una santa todos sabemos que para bailar se necesitan dos pero él no solo destruyó su pobre alma y la dejó incapaz de confiar en alguien otra vez sino que mató las esperanzas, le cortó las alas antes de que supiera que las tenía.

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